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martes, 7 de abril de 2009

Este es un buen lugar para pensar en las leyendas....


Cuenta el anciano, tal como vienen contando a lo largo del tiempo otros
que fueron antes que èl. Cuenta para que no se olviden los origenes;
por eso se repite siempre la misma cosa.
Voy a decirles el modo en que llegò el fuego a estar entre nosotros. Sucedio
en tiempos muy remotos esto que digo... Una niña que danzaba y danzaba,
giraba y giraba en un descanso de la ladera. Giraba con los brazos abiertos y la cabeza
elevada hacia el cielo... Sus pies apenas is rozaban la tierra. Cuentan que de tanto girar y
danzar se le perdieron los sentidos, y ya no supo dònde era arriba, dònde era abajo.
Entonces, no le fue posible sostenerse. La niña cayò desde su danza, se despeño por la
ladera rocosa... Dicen que ciertas piedras que arrastrò en su caida se
frotaron unas con otras, y de esas piedras, que hoy los hombres llamamos yescas, salie-
eron chispas. Las chispas descendieron sobre un àrbol. Ardiò el àrbol, se incendiò el
bosque. Las gentes fueron hasta alli, creyendo que el sol habia caido a tierra.
Entonces conocieron el fuego, y lo llevaron a sus casas usando ramas secas como antor-
chas. Asi, la muerte de la niña no fue inùtil puesto que trajo el fuego al mundo.
El fuego que nos alivia el miedo, el hambre, el frio...
Este es un buen lugar para pensar en las leyendas...
-Las leyendas son palabras viejas- dijo uno.
-Son palabras eternas- le respondieron.
-Las leyendas sòlo son espejismo- dijo un hombre que no tenia sonrisa.
Le contestò un anciano:
-El tiempo que atesoramos es un espejismo, las distancias que
recorremos son espejismos, y los colores que tanto amamos tambièn lo son...
-Me entristece pensar qu etodas las leyendas quedan lejos- murmuro un niño.
alguien dijo que no. Alguien dijo:
-Es posible que en este mismo instante haya un hombre dspeñan-
dose desde una danza para que volvamos a descubrir el fuego.
Muy cerca hay gente que se està preguntando por el pan de mañana, hay gente
que ni siquiera puede preguntarse por el pan de mañana.
Ellos necesitan un anueva leyenda, la que cuente del dia en que el
fuego se repartiò entre todos. Y nadie tuvo miedo, ni frio, ni hambre...
Este es un buen lugar para pensar en las leyendas...

(se desconoce el autor/es)

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